Curicó en otoño
El otoño a Curicó había llegado
y en nuestros caballos de hierro
fuimos a reencontrarlo
El terremoto lo había dañado
calles, corazones, todo menos el cerro
pero aún quedaban lugares con encanto
La Alameda, camino alargado
con sus columpios de acero
y sus hojas multicolores cubriendo el suelo de barro
La Plaza de Armas y su quiosco renovado
al público de nuevo sus puertas habían abierto
De Curicó otra vez nos hemos enamorado
Marie y Miguel
Curicó en otoño |
Sentimos la vergüenza ajena que pueda causar nuestra humilde poesía, pues desvaloriza el genero poético. Pero es nuestro blog, y hacemos lo que queremos.
Gracias por su comprensión
Oh je l'avais pas vu heu... lu celui là, bravo les poètes en herbe!!! c'est trop miiiiignon!!!