Perritos vagos (Canis lupus subespecie chiliaris)

Chile posee una fauna característica, y no sólo esta formada por el cóndor y el puma de los Andes. Hay una especie endémica mucho más fácil de observar en cualquier esquina, es el conocido como "perrito vago".

A priori su observación es muy sencilla, pero el problema es la habilidad que tiene para mimetizarse con el entorno y parecer simplemente un cadáver. Este es su principal comportamiento durante el día, pudiendo realizarlo en solitario o acompañado. Suele elegir lugares sombreados en verano y mas expuestos en invierno, pero no tiene preferencias muy claras y realmente puede estar donde menos te lo esperas ...

Otra de las características que lo definen es su habito nocturno para la caza, lo que justificaría su eterno sueño durante el día. Puede alimentarse de casi cualquier cosa, y es un oportunista la mayor parte del tiempo, pero al caer la oscuridad entra en actividad y comienza a buscar su presa favorita: las bolsas de basura.

En Curicó, y en casi todo el resto de ciudades que conocemos, no hay cubos de basura y la practica habitual es depositar las bolsas en mitad de la calle o estratégicamente colgadas de arboles o vallas. Esto ha hecho que esta especial raza de perro haya evolucionado y desarrolle una extraordinaria destreza para abrir las bolsas, creando adaptaciones según el tamaño del individuo. Los más pequeños serían los encargados de buscarlas en los lugares más inaccesibles, mientras que los mayores las desgarrarían. El resultado de tal cacería puede verse por las mañanas, con restos de basura por todas las calles.

Aquí va un reportaje fotográfico. A ver quien encuentra primero el intruso...


Traduction de l'article de Miguel sur les "perritos vagos" (= petits chiens paresseux)

Le Chili possède une faune caractéristique, qui n'est pas uniquement constituée par le condor et le puma des Andes. Il y a une espèce endémique beaucoup plus facile à observer dans n'importe quel coin de rue qui est connue sous le nom de "perrito vago" (=petit chien paresseux).
 
A priori son observation est très simple, bien que le "perrito vago" ait une grande habileté pour se mimétiser avec son environnement et/ou pour faire le mort... Il s'agit là de sa principale activité durant la journée, et il peut s'y livrer tant de façon solitaire qu'accompagné de ses congénères. Il a l'habitude de choisir des lieux ombragés durant l'été et plus exposés en hiver, mais ses préférences ne sont pas très définies et réellement il peut être où on l'attend le moins... 
 
Une autre des caractéristiques qui le définissent est son habitude nocturne pour la chasse ce qui justifierait son sommeil éternel de jour. Il peut s'alimenter de presque n'importe quoi, et est un opportuniste la plupart du temps, mais une fois l'obscurité tombée, il entre en activité et se met à la recherche de ses prises favorites : les sacs-poubelle. 
 
A Curicó, et dans la majorité des villes que nous avons connues au Chili, il n'y a pas de containers pour les ordures et la pratique habituelle est de déposer les sacs au milieu de la rue ou stratégiquement pendus aux arbres ou aux grilles d'enceinte des maisons. C'est ce qui a permis l'évolution de cette race spéciale de chien qui a développé une adresse extraordinaire pour attraper puis ouvrir les sacs-poubelles, avec certaines adaptations spécifiques selon la taille de l'individu. Les plus petits seraient chargés de les chercher dans les lieux les plus inaccessibles, alors que les plus grands les déchireraient. Le résultat de telles parties de chasse peut être observé au matin, sous la forme de restes d'ordures ménagères partout dans les rues.

Vous trouverez ci-dessous un reportage photographique. A qui trouvera l'intrus en premier...

Perritos vagos

25 - 28 de Junio de 2010: Viaje en la 4ª y 5ª Región

Se nos presentó un fin de semana largo. Así que organizamos un viaje hacia el norte con unos amigos que conocimos haciendo dedo en la carretera austral. En el último momento Marie no se sintió con suficientes fuerzas, y prefirió quedarse descansando en casa.

Me encontré con Deborah y Francisco el viernes en Rancagua, a mitad de camino desde Curicó a Santiago. Es la principal ciudad de la 6º Región, y aunque pasamos siempre por ella, nunca nos hemos detenido a conocerla. Ni siquiera cuando fuimos de visita a la mina de Sewell, de los principales atractivos de la zona.

Llegué demasiado tarde para conocer la ciudad, pero no así su ambiente nocturno, por lo que me llevaron a conocer un bar de los que crean afición y que hacía mucho tiempo que no podía disfrutar. El Viejo Rancagua, un bar con muy buena onda, música en directo, ricos tragos y comida y buena compañía, ¡¡no se podía pedir más!!.

A la mañana siguiente partimos dirección a la costa sin demasiada "caña mala". No tardamos mucho en llegar al mar junto a Papudo, y a mediodía ya estábamos en Zapallar, donde comimos una rica paila marina. Esta zona destaca principalmente por sus calas rocosas y playas de arena, aunque su cercanía a Santiago a hecho que se encuentre muy saturada de edificaciones, por lo que se pierde parte de su encanto.

Continuamos por la carretera que bordea la costa hasta llegar a Pichidangui, justo en el momento en el que atardecía, disfrutando así de unas bonitas vistas. Nos alojamos en unas cabañas y después de tomar unas ricas once, salimos por el pueblo aunque no ofrecía muchas opciones.

Al día siguiente continuamos hacía el norte, desviándonos esta vez hacia la zona interior. Pasando por paisajes con grandes contrastes, donde se mezclaban valles fértiles con abundantes cultivos de paltas con otros lugares más áridos. De camino visitamos la Reserva Nacional Las Chinchilas, que protege un área donde abundan varios tipos de roedores.

Después de esto emprendimos el camino de regreso, pero finalmente decidí continuar viajando en solitario un poco más. Me dejaron en el cruce con la panamericana, y continué andando hasta un punto de peaje donde había más opciones para hacer dedo. Un rato esperando que se hace eterno cuando estas solo y ves que pasa el tiempo, pero por suerte no fue demasiado y conseguí llegar hasta el cruce con el parque nacional al que me había propuesto llegar. El problema era que estaba anocheciendo y la entrada del parque se encontraba a más de 25 km. Tente otra vez a la suerte y conseguí parar otro auto que me permitió avanzar algo más. Sin posibilidad de seguir por la oscuridad absoluta, finalmente encontré un sitio para acampar junto a unas casas.

Una vez de día vi más claro que no iba a ser tan fácil llegar al Parque Nacional Bosque de Fray Jorge, pues se encontraba más lejos de lo que pensaba. Pero no era momento para volver atrás y pensé en llegar caminando tranquilamente, aunque la monotonía del paisaje no acompañase. Después de un par de horas caminando, vi el primer coche del día llegar a lo lejos y no me lo pensé demasiado para levantar el dedo. Desde la caja de la camioneta todo terreno las expectativas cambiaron, y sin mucho esfuerzo conseguí llegar a la ansiada reserva.

La peculiaridad de esta área de protección es el bosque húmedo que presenta, y que es único tan al norte. Aparece en una zona árida repleta de cactus, pero gracias a una particular neblina se mantiene como un bosque relíctico, típico del sur de Chile.

El parque no ofrecía nada más de interés y ni siquiera se podía acampar, así que aprovechando la cortesía de la pareja con la que visite el bosque, me baje con ellos hasta Santiago y puse fin al viaje.

Viaje 4 y 5 Región

19 y 20 de Junio 2010 - Piedras Blancas con nieve

El mal tiempo llegó de repente, y una semana entera de lluvia continua se nos hizo muy dura, pues no estábamos acostumbrados y nos recluyó demasiado tiempo en casa.

Por suerte daban despejado para el fin de semana y la blanca cordillera me atraía inevitablemente. A Marie sin embargo no le hacia tanta gracia ir a pasar frío y prefería quedarse a descansar al calor de la estufa. Pero yo no era el único que quería ir a disfrutar de los primeros copos de nieve del año. Juan Pablo también estaba deseoso de pisar el blanco suelo, y como tenia el fin de semana libre no tardó nada en decidirse. 

De nuevo nos decantamos por ir a los Altos del Lircay, siguiendo la ruta hacia el Cerro Peine que habíamos realizado a principios de Mayo, ya que conocíamos bien el sendero y con nieve no era recomendable perderse.

Realmente parecía otra reserva que aquella que visitamos en otoño, pues el blanco coloreaba todo y era más fácil perder el rastro del sendero. Aunque gracias a una huella de alguien que había pasado antes que nosotros, se nos facilitó algo la marcha durante parte del camino. En un último tramo, ya sin huella, el camino se complicó y tuvimos que avanzar duramente con la nieve por encima de las rodillas.

Finalmente conseguimos localizar una explanada llamada Piedras Blancas, que esta vez si que aparecían blancas de verdad, y viendo que se acercaba la noche decidimos usarla como campamento. Rápidamente nos dispusimos a cocinar, ya que en reposo la baja temperatura se hacía más evidente y sólo pensábamos en el calor del saco. El termómetro confirmó nuestra sospechas, estábamos cerca de 0ºC y durante la noche bajamos a varios grados bajo cero. 

Al día siguiente todo apareció congelado, la vegetación, la condensación de la carpa y desgraciadamente también nuestras botas . Después de tomar un buen desayuno para entrar en calor, con mucho sufrimiento introducimos nuestros pies en la heladas botas, y emprendimos el camino de regreso, entrando en calor poco a poco.

El paisaje mágico nos pedía continuar más tiempo, pero ambos teníamos compromisos y debíamos volver pronto. Así que como siempre, tuvimos que despedirnos sin desearlo de la montaña hasta la siguiente escapada.

Piedras Blancas

Le 12 juin 2010 : Retour à Los Queñes, à la recherche de la "Cueva del Pirata" (La Grotte du Pirate)

Nous avons profité des derniers jours de l'automne pour reprendre le chemin de la Cordillère...
L'objectif de la journée : prendre l'air, redécouvrir le petit village de Los Queñes, où nous étions déjà allés plusieurs fois et visiter la "Cueva del Pirata" (Grotte du Pirate)...!!! 
Le dernier objectif ne fût pas le plus facile : Miguel était déjà venu, guidé par Arantza et Daniela,les filles de Sandra et Manolo, nos propriétaires et amis, mais impossible de se souvenir du chemin alors emprûnté... Les pirates n'étaient pas décidés à nous montrer leur grotte ! Nous avons cherché le sentier pendant un bon moment, avons fini par pique-niquer dans le lit de la rivière Claro et lorsque nous avons repris nos recherches, nous avons découvert le fameux sentier qui n'était pas si caché que cela...

Après une jolie promenade dans la forêt automnale, nous avons finalement trouvé la "Cueva del Pirata"! Aucun pirate, un petit trou dans la montagne, des tubes pour pomper l'eau et l'amener aux maisons du village... Après les Geysers du Tatio, les Torres del Paine, les Saltos del Laja, pas de quoi casser trois pattes à un canard, mais nous l'avions trouvée, cette fameuse grotte... après trois bonnes heures de recherches !!!!

Avant de prendre le bus de retour, nous avons redécouvert le petit village de Los Queñes : la douane, le pont suspendu, la jonction des deux rivières... et profité d'un joli coucher de soleil qui mis fin à notre petite journée de "mini mini trekking", comme dirait Miguel !!!

Los Queñes - Cueva del Pirata
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