Marie&Miguel

La última parada antes de descansar en Curicó decidimos que fuese La Serena, ya que era el destino más accesible desde San Pedro de Atacama, y ofrecía varias opciones para visitar en los alrededores.

La ciudad de La Serena es uno de los principales destinos de turismo nacional de playa, pero en si no tiene nada más destacable. Así que, después de visitar el centro, la costa y su faro, volvimos al hostal donde conocimos a una pareja de franceses que estaban recorriendo los Andes desde el sur hasta el norte durante 6 meses (¡¡que gran idea!!), y pasamos una agradable cena junto a ellos.

Por falta de tiempo tuvimos que posponer ir a ver pingüinos, que se encontraban algo más al norte en la Reserva de Humboldt, y decidimos aprovechar más el tiempo visitando el Valle del Elqui. Llegamos a la ciudad de Vicuña, plantamos la carpa y después nos internamos en el valle propiamente dicho, para llega al pueblo de Pisco Elqui. Lo curioso de este pueblo es su nombre, debido a que fue cambiado recientemente, por la lucha entre Chile y Perú por apropiarse de la creación del pisco. Allá visitamos la planta de pisco de Artesanos de Cochiguaz, con cata incluida, el museo de Gabriela Mistral y un río del valle.

De vuelta en Vicuña, donde llegamos "a dedo"(auto-stop), paseamos por la pequeña ciudad, e hicimos tiempo hasta que llego la noche y nos fuimos al observatorio astronómico con el que teníamos hecha una reserva. Después de una charla sobre astronomía general, nos deleitamos con la observación de la bóveda celeste del Hemisferio Sur, viendo la Cruz del Sur, las tres Marías,varios planetas y constelaciones, aprovechando que esta zona de Chile es una de las mejores para estos fines.

Al día siguiente, después de despedirnos del valle desde el cerro, volvimos a La Serena para tomar el bus de noche hasta Santiago y poner fin a la primera parte de nuestro viaje ...