Marie&Miguel

La ciudad que hace de frontera con Perú nos sirvió como parada intermedia antes de internarnos en Chile. Además había varios puntos interesantes para ver, y durante todo el día intentamos recorrer lo más destacable.

Después de una noche de camping libre en la playa, acompañados por unos vecinos que querían compartir su fiesta con nosotros, fuimos a visitar un museo de arqueología que posee varios restos de las culturas indígenas de la región. Dentro pudimos ver varias momias muy bien conservadas, que son de las más antiguas que se han encontrado en el mundo. Esta visita nos aclaro de nuevo que las culturas originarias del altiplano están por encima de las fronteras territoriales actuales, y son compartidas por Chile, Bolivia y Perú. Por el camino de vuelta pudimos ver petroglifos que aún resisten el paso del tiempo en las laderas de los cerros. 

Luego dimos vueltas por la ciudad, y tras almorzar en un restaurante de pescadores, vimos la aduana y la iglesia diseñadas por Eiffel. Al fin subimos al famoso Morro de Arica, donde tuvo lugar una batalla de la guerra del Pacifico, que hizo pasar esta región de Perú a Chile.