Marie&Miguel

La ciudad de Valdivia nos recibió con el abrazo de sus lindos ríos que aparecíeron nada más bajar del bus, haciendo honor al nombre de la región donde nos encontrabamos: la Región de los Ríos.

Una vez instalados en un camping regentado por un amable hombre, sin la carga de nuestras mochilas pudimos pasear tranquilamente siguiendo la costanera que discurre junto al río hasta el centro. Por el camino visitamos la feria fluvial donde predominaban mariscos y pescados, y contaba además con la atracción de varios lobos marinos que esperaban ansiosos los restos que les tiraban los pescaderos.

Algo que ya sabíamos antes de llegar a Valdivia era que se celebraba durante esa semana el Bierfest, que es la versión chilena del Octoberfest alemán. Esto es debido a que cuenta también con mucha tradición cervecera precisamente por los colonos alemanes que llegaron a esta región. Así que en cuanto ubicamos el lugar donde se realizaba, no tarde mucho tiempo en dejarme llevar hacia la otra "rubia" por la que siento atracción. Durante esta celebración, a parte de lo obvio, también había bailes y canciones tipicas alemanas, varios consursos de arte, saltos de caballos, y muchas más cosas que no pudimos ver por ser el último día de celebración. Aunque esto no nos impidió degustar todas las variedades de la cerveza Kunstmann, que es la tradicional de esta zona.

Después de la fiesta continuamos visitando la Isla Teja y paseamos por el arboreto de la Facultad de Ciencias Forestales de la Universidad Austral, que recoge una gran variedad de especies arboreas de Chile y tiene un bonito paseo cerca del río.

Finalmente volvimos visitando lo que nos quedaba del resto de la ciudad, aunque nos fuimos con ganas de disfrutar más esta bonita ciudad y los pueblos costeros de los alrededores.